El reto de esta semana, se centraba en conocer un poco más el interior de los frutos. Para ello, necesitábamos cortar las frutas que teníamos en casa con la ayuda de nuestras familias y ver cuáles tenían hueso y cuáles no, y si tenía hueso, lavarlo bien y traerlo a la escuela.
En el aula hemos observado y clasificado cada uno de los huesos y hemos conocido sus diferencias y similitudes, además de descubrir las diversas características de tamaño, color, forma y textura.
A final de semana, con la ayuda de las maestras, pudimos abrir algunos frutos en clase y conocer dónde se encontraba la semilla, para así poder plantar en nuestro aula algunas de ellas.
Ha sido muy curioso descubrir que las semillas del membrillo y del mango se encuentran dentro del hueso así que una vez sacadas, hemos preparado los recipientes con tierra humedecida, para que las semillas puedan crecer en unas condiciones idóneas. Así que hemos enterrado estas semillas y también los huesos del aguacate y la ciruela, y colocado las macetas en un lugar luminoso y cálido.
¡HEMOS DISFRUTADO MUCHÍSIMO!
De esta forma, además de aprender nuevos conocimientos del entorno que nos rodea, adquirimos progresivamente la responsabilidad de cuidar en equipo la naturaleza, controlando la temperatura y humedad de la tierra, para que germinen y crezcan semillas en algún momento futuro y así, recolectar nuevamente los frutos.
Alumnos/as de 5 años.