En este nuevo reto semanal, había que escoger algunos frutos secos y llevarlos a la escuela para enseñarlos a los amigos. Además hemos hablado con Miguel, el cocinero de la escuela, para que nos preparara una cesta con frutos típicos del otoño.
Para comenzar, ha sido muy importante distinguir cuidadosamente qué frutos eran secos y cuáles carnosos, y los hemos clasificado atendiendo a sus características de tamaño, color, forma y textura.
También, hemos jugado a realizar equivalencias con una balanza que tenemos en nuestro aula, aproximándonos a nuevos instrumentos de medida, y así poder conocer el peso y la masa de objetos de nuestro entorno más cercano, y compararlos entre sí.
¡Nos ha gustado tanto, que hemos incorporado esta actividad en nuestra tarea del plan!
A final de la semana, hemos vivido una experiencia sensorial. Después de partir y pelar algunos frutos, hemos llenado de agua dos recipientes transparentes de cristal, y añadido en uno frutos secos y en el otro frutos carnosos. Hemos compartido las respuestas de ¿qué pasará después con los frutos secos y carnosos?. Y, finalmente con el experimento hemos descubierto que unos flotan y otros se hunden , y hemos sacado conclusiones finales.
Con esta actividad, además de disfrutar mucho aprendiendo a través de la manipulación y experimentación, también ayudamos a desarrollar nuestro pensamiento lógico-matemático, y poder así utilizarlo en nuestra vida diaria.
Alumnos/as de 5 años.